domingo, septiembre 18, 2005

LUZ

Golpe de caricia pura,
desnuda mi alma del barro seco,
que a mis heridas guardaba del amor.

Destello diáfano y áureo,
que mi mente atraviesa,
sin tocar mi libertad,
cuando me creo perdido.

Compañera inadvertida por mi conciencia,
que juega al sol con mi instinto,
en la hierba fresca de mi inocencia,
en cuanto amor de tus manos,
sin saberlo, he dormido.