viernes, agosto 18, 2006

PERIODISMO (¿CIUDADANO?)


La democratización de la información que ha instaurado Internet ha conseguido un verdadero milagro sobre todo en los países democráticos. En el caso del nuestro, se ha concretado poniendo al constitucional e inalienable derecho a la libertad de expresión al alcance de la mano, o mejor dicho, del teclado del ciudadano. Los habituales del ciberespacio bien lo sabemos. Ahora, gracias a los blogs o bitácoras personales, cualquiera que desee cibercomunicar, verbigracia, elucubraciones, y mientras respete el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, y proteja a la juventud y a la infancia –tal como reseña nuestra Constitución-, puede sentir la adrenalina que produce la retroalimentación comunicativa o feed-back a escala planetaria. Para los que ejercemos de bloggers la experiencia es palmaria: al momento de haber colgado nuestro post o publicación en la weblog, un universo de interactividad comienza a dar señales de que siempre hay alguien al otro lado: comentarios; sindicaciones; hipervínculos… El periodista estadounidense Dan Guilmor, quien acuño el término “periodismo ciudadano”, define a esta nueva estrategia comunicacional con la metáfora de una “conversación colectiva”. Sin embargo, y con perdón del señor Guilmor, el periodismo, que no es otra cosa- a mi modesto entender- que hacer de la realidad noticia y de esta razón colectiva, es algo muy distinto a abrirse un blog y con el mucho o poco caletre que a uno le haya dado Dios, escribir lo que mejor le parezca. Esto será testimonio, comunicación, información… lo que ustedes quieran seguido del apelativo ciudadano/a, pero no por narices periodismo. Si no prueben ahora en vacaciones a abrirse un blog y experimenten como eso del ejercicio periodístico se queda corto ante la vasta versatilidad de la ciberexpresión ciudadana.
Publicado en Diario CÓRDOBA el 16 de agosto de 2006